domingo, 11 de abril de 2010

La Dama Blanca

















Yo la llamo simplemente la Dama Blanca.
Es un ser especial. Es la guardiana de los silencios. De los secretos impronunciables.
Capaz de contener esas palabras que no se deben decir. Compañera. Tejedora de nieblas plateadas uniendo gotas de rocío con carcajadas.
Está cuando los ríos internos se desbocan y los vuelve a su cauce. Está cuando acechan los fantasmas. Está cuando no quisiera estar allí.
Con su silencio seguro es escudera de mis demonios. Parece que no supiera nada y conoce las fibras más finas y tensas. Y calla por complicidad y por convicción.
Es ella misma una luz inmensa, brillante, blanca como el sol del mediodía que en silencio ilumina y entibia las noches y los rincones oscuros y fríos.
Es un poco hada y a veces bruja mi Dama Blanca.

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