sábado, 13 de marzo de 2010

Recuerdito de Bonafide



Un viernes puede ser un día cualquiera.
Un viernes de estos, como tantos, en los que no tenía placer de radio, cruce de costa a costa ida y vuelta para cumplir con el Estado, darle una mano a una amiga, registrar los títulos de otros amigos y algún otro compromiso.
Un viernes de 600 kilómetros y varias horas de mal sueño en colectivos que van perdiendo el buen servicio que los hiciera famosos.
La tarde fue una charla Entre Nosotros y la noche un asado prometido y bien regado con variedad de vinos tintos.
Después un paseo. Recorrida por la madrugada de una ciudad que los adolescentes toman por asalto ante la ausencia de las familias y la desidia de la ley.
¿Quién podía imaginar que en una estación se servicio podían asaltarme los recuerdos?
Fue en la AM/PM que está frente al cementerio.
Entre muchos chocolates me guiñó un ojo un bocadito de Bonafide que me decía: "llevame con vos". Y me lo llevé, más por el recuerdo que por las ganas.
Corrían los años 70 cuando mamá me llevaba al centro y de paso por calle Galarza, frente al Colegio Nacional, entrabamos en Bonafide y me compraba un bocadito de chocolate y dulce de leche.
¡Que lindos años de la infancia!
Este viernes el bocadito me devolvió a aquellos años. Sin embargo, cuando lo mordí sentí que algo no estaba funcionando. Faltaba algo y no sabía que.
De pronto lo comprendí. No había olor a café, yo no tenía cuatro años y mamá no me llevaba de la mano.
Igual. Gracias bocadito de Bonafide por el dulce recuerdo.
Hoy lo podría comer el Juani como lo comía el tío cuando tenía su edad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mmm falta Bonafide y la madre...