martes, 4 de mayo de 2010

Otoño


Una poesía de Laura Erpen.
Bellamente otoñal y con aromas de cafés y chocolates.
Con sabor de buen vino compartido en los laberintos ocres de las noches brumosas de otoño. Con gotas de rocío iluminando las telarañas.
Caen las palabras azules como flores sobre colchones dorados de hojas de fresno.
Otoño. Lindo tiempo para el alma.

Bellamente,
los indios llamaban
“ mi otro corazón” a sus amigos ...
Yo lo siento así ,
aunque mi piel y mi sangre y mi pelo
no sean del linaje de la serpiente
ni hayan recorrido la América virgen,
dulcemente crecida al amparo del cielo y del sol.
“ Mi otro corazón” , digo ,
y sé que en éste que llevo entre mis manos
repiquetea la dulzura
y que todo un borde de añoranza
me crece como una luz dorada
cuando el tiempo está lejos
y llegan el otoño y su amenaza melancólica.
¿Sabrá ese otro corazón?
¿Podrá entenderlo?
Es tan fuerte el repique de la distancia
que me retumba en el pecho
y me dicta canciones en las que dejo que las palabras caigan,
azules ,
como flores ...

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